VINOCHANCE

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Viñedos más extremos de Argentina

Te invitamos a recorrer los viñedos más extremos de nuestro país.

El viñedo mas alto del país queda en la localidad de Uquía, provincia de Jujuy, el cual tiene como cava una antigua mina abandonada, y se encuentra a 3229 msnm, superando a la finca Altura Máxima de Bodega Colomé, (3111 msnm) ubicada en la región de Cachi, Salta. El más alto de Mendoza. En Mendoza, tierra de grandes vinos de altura, existe una viña que esta mas alla del resto de la provincia, plantada a 2000 msnm y enclavada en la pequeña “Quebrada del Minero”, llamada Estancia Uspallata. encuentra Hay una viña en Mendoza que está más allá del resto de la provincia, plantada a 2000 metros sobre el nivel del mar y enclavada en la pequeña quebrada del Minero, llamada Estancia Uspallata. Se ubica en torno al valle homónimo, dentro del departamento de Luján de Cuyo. Más austral. Actualmente el viñedo mas austral y productivo del país y del mundo –hasta donde tenemos noticias- pertenece a la Bodega Otronia ubicada en Sarmiento, corazón de Chubut, que toma su nombre del modo en que los pueblos originarios de la Patagonia llamaban al actual Lago Musters –Otrón-. Tan al sur como una latitud de 45° 33’ los cuales producen Pinot Noir, Chardonnay y Gewurztraminer y Merlot principalmente, aunque hay un poco de Pinot Gris y Malbec.

El extremo oriental. En la provincia de Buenos Arires se crea una enorme península curva sobre el océano Atlantico. Ahí, casi en el extremo, el paraje costero de Chapadmalal aloja a ocho kilómetros del mar la bodega de Trapiche, Costa & Pampa, considerado el primer viñedo oceánica del país y por lejos el mas oriental de los viñedos de Argentina. Gracias al viento atlántico consiguen elaborar Riesling, Albariño, Chardonnay, Gewurztraminer, Pinot Noir, y espumantes de excelente calidad.

El más costero. Por curioso que parezca, en la Patagonia hay un viñedo plantado a orillas del mar. Pero no es una metáfora: entre el agua y las vides median unos 30 metros. Son viñas plantadas en 2019 en un paraje llamado Bahía Bustamante, sobre la costa de Chubut. La primera vendimia, testimonial en volumen, fue la 2021 y aún no tiene vinos comerciales. Los elabora el enólogo Matías Michelini, mientras avanzan en el proyecto de armar una bodega artesanal (con la intención de elaborar no más de diez mil litros), guardarán estas primeras e históricas botellas y ya planean una segunda cosecha más importante en volumen –van a aumentar la cantidad de plantas- y con la intención de comercializarla, siempre potenciando el carácter de la zona, más allá del varietal en sí.